Costumbre y entredicho.
Cadencia constante ante el deseo profundo,
crucial;
esa manía oculta entre las solapas de la suerte
esa carta marcada por uno
para señalar el juego; evitarse ganar;
espejo y adversario
donde esnifa lo posible su dosis de apatía
o donde la sombra vuelta luz
modela los sentidos