martes, 12 de enero de 2010

Supongamos

nuevamente

el mundo; ese alocado resplandor de formas sin sentido.


Supongamos nuevamente la tierra húmeda

el sol propicio

el nacimiento a término

un cielo de octubre

la poesía inevitable;

supongamos la patria

y la pétrea costumbre de porfiar su negación

para que un momento

un instante de locuacidad desinformada [para que pueda ser libre]

retome ese hilo inconcluso

que nos dio lo posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario