miércoles, 16 de diciembre de 2009

derivación

No sé si es el tiempo.
Una guirnalda extendida sobre ningún sitio o pura dejadez.
Encono; lo llamaron los profetas.
El significado de un silencio al desplazarse sobre la vida.
Un acto que ni siquiera necesita el honor de haber tenido que ser
para machacar a una persona contra el hartazgo.

La idea de introducir al ecosistema una población de machos estériles de moscas para mermar su reproducción (y extinguirlas antes que arruinen la manzana) ha trascendido la chacra, y se ha demostrado eficaz técnica dentro de la cultura. Infiltrados de esterilidad la reproducción-colectivización de ideas libertarias que guíen el devenir -de un supuesto ya- espíritu, no es más que un ademán solitario ante la risotada hiriente del gusano de Bingo Fuell.

No todo es desazón. Esa misma negrura que destilan los días; ese aparente callejón sin salia es la evidencia, la prueba rotunda del desmoronamiento ulterior a nuestros días; del nuevo hombre siempre naciendo a pesar del poder, de las moscas estériles, del encono que propagan para tenernos en ese callejón (donde el desmoronamiento dará a luz un bonito boquete).

sábado, 14 de noviembre de 2009

En la tela sin araña espera

masticando desiertos

la nada

Variaciones del olimpo

lunes, 28 de septiembre de 2009

en el teatro sordomudo a la espera del eclipse

Un mamporro en el alma

un jodido resplandor desiluminando el cuore

la locuacidad de ser es perturbada
y la grieta que todo devora baila vestida con un jazmín
a veces de tarde amanece
otras tantas oscurece la piel
y la noche se abre dentro de los poros

noche hambrienta y sola
con forma humana tratando de vivir
el sin sentido de las cosas

jueves, 10 de septiembre de 2009

La ternura como forma de estar en el otro

El cielo desviste a todos sus planetas.
El pasado que regresa a esta tierra es más lejano que el propio olvido;
en azoteas se lo ve caer, incendiarse, empapar la vereda.
Quiero animarme a las caricias que pueda yo entregarte, y sobre todo a las otras.

Ha venido esta hora a constituirme, desdibujo osado tanto estupor, miserias abismales.
La recibo con la misma indiferencia con la que un vaso recibe vino.
Nunca más voy a esperar alerta por la noche que los desahuciados se entretejan en mi frazada.
No puedo permitirme regalarle mi vida con toda su sangre a cuestas a ese ridículo conglomerado. Nunca más.

Mis manos depredan en tu cuerpo las palabras, las mismas que hice para animarme a tu ternura; entonces hago palabras que matan manos, las arrojan después de cazarlas al vacío, al mismo vacío al que ellas caerán cuando las empuje con mis manos…

La lucha


Hembra que nos engulle la noche haciéndose emoción única, único suspiro, manantial sobre el que flota tu nombre perfumado por sonrisas. Zigzagueante festín aniquilado; mirarte sin que la sociedad se interponga entre mi ojo y vos ni entre mí y mi ojo, ni sea mi mirar una mirada que no posea caricias. Atravesar voluptuoso las sórdidas telarañas económicas, que ha cuenta gotas y a contramarchas escupen sobre el pez para mantenerlo vivo; atravesarlas y relamerse las ganas, y parirse los días sin ocultar los motivos.

abismo en explosión constante

Expulsándonos; atormentándonos; pequeñitas moléculas, dispersadas por entre el infinito entretanto la explosión continua ¿Eterna? ¿Perpetua? ¿Consciente?
Entretango los sentires, los pensares, los amares; “entretango” es locura voraz sodomizándose con sus propia tratativa para ignorarse materia residual (dispersada en el infinito sidéreo por el abismo en explosión constante); provisto de todo ese bagaje por vaya a saber que carambola del ADN, de la matemática, de la divinidad, del sinsentido de la forma desprendiéndose de la nada hacia ningún sitio. Expulsándonos; aterrándonos; la explosión; nosotros, con nuestra vida disociada, negligencia eficaz vuelta ladrillos del muro que siempre maldecimos y jamás dejamos de levantar ¿Por miedo? ¿Por conveniencia? ¿Por algo tan simple como una acción? Colapsamos, trasvertimos, travestimos, alucinamos; la confort-midad onanista suplanta la relación funcional de contacto entre las terminaciones de las células nerviosas, lo más dificultoso del mundo pasa a ser actuar según lo que uno piensa, y los señores feudales se relamen esperando por nuestra sangre, de la misma manera que nosotros nos deleitamos en una chocolatería antes de ser atendidos.

martes, 8 de septiembre de 2009

La necesidad humecta la belleza para mantenerla es su estado justo, mundano; carroñero.
El espanto quiere comer de la ignoramancia en la que floreciste,
para abandonar el oficio de punga del destino y la obsecuencia.
Amamantarse al atentar contra la desidia bataclana de este cavarute rancio; transformarse en cuento, en uno al no le guste mucho la oratoria en clave de profilaxis.
El cuento orador del espasmo primitivo, el adorador del fuego y del abrazo;
bocanada de aire arrepentida.
Si un descolgado cielo me subasta los días,
y del cenit del solitario florecen los pavos reales y de su plexo solar las serpientes,
ante todo el mundo, o al menos ante todos los transeúntes de la avenida más poblada al alcance, yo ya no sabré mi nombre ni seré la aureola multicolor que lo recubre.
Estaré relamiendo materia; siendo lobo, y sonreír.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Teatro negro para palabras sin sombra

Acto primero

Entre los saltos de la luz el pan reparte los vientres;
la arena como lenguaje de oprimidos es la pantera
con su piel eléctrica mordiendo,
con su voz eléctrica llorando;
sin su sueño de hambre mordiendo, desnuda.

Acto Segundo

Uno
o el supuesto uno
se enfrasca, entumece,
se pliega con asombrosa elasticidad al rígido esqueleto
del día a día sociavilizador.

Entonces La tragedia.
Un Si bemol
o un amor fingido
o la guerra
o la mishiadura
parecen abarcarlo todo;
y abarcar lo inabarcable es evidencia.

Sabés; El circo.
El circo elegante Tuñón en el que las almas torturadas por la falta de alma se humectan, muerden sus lenguas unas a otras
hasta que las lenguas estallan,
se esparcen por el suelo
por las paredes
por otras almas
las lenguas
transformadas en sangre.

Se bañan en ella; cuentan cuentos, números, disparates.
Animales sin elecciones,
ciudadanos morales con psico feite manufacturado en Taiwan,
monaguillos dilatados amantes fanáticos del desatino y la obediencia.
Aman la profusa ignorancia de lo conocido
y sumergen sus días en ollas de escapismo
donde cocinan a fuego lento la despasión por la vida y su cause misterioso.

Sus recetas no sorprenden,
mucho menos su sabor agrio con dejos de frustrante eyaculación precoz;
pero son exitosas en estos lares de la historia
y el éxito no se discute
(millones de moscas no pueden estar equivocadas).

Lo sabés bien.
El supuesto “uno” anestesia con pericia minuciosa su naturaleza de infinito.
Rígido, sociavilizado hasta el hartazgo,
mastica desazón pornográfica como único rezo.

¡Colonicemos la naturaleza de nuestras almas sin sangre!

Fabula de lo aparente

Lastimosos impermeables resignifican la tarde; cristalizan la ausencia impertinente que arremete desde el aire; observaciones desechables sobre recuerdos inconclusos formulan el desvencijado andar de mis sueños sobre el mundo, fermenta el mandato de la entraña sin cuerpo, y el resultado final de la locura son estas lágrimas al sol.

hay un desmayo en la saliva
que humedece las palabras
en la boca de quien hiere
y nadie mata;

sobre la fábula de lo aparente
un negro muro empaña
y no son lo ojos los que miran
lo que en su profundidad descansa

El día que imaginaste el zapato adecuado en el ojete correcto resolviste la mitad de tu vida; el resto son palabras recorriendo la materia en la percepción de los días; espiral multíbora, hélice infinita de un barco sin sentimientos, construido por una única estremecida sensación; palabras, sólo son palabras de signos sin humanidad, las que entretejen la piel de lo posible.